La dinámica
de la organización moderna tanta en el sector público como privado, requiere de
mayor esfuerzo en la disponibilidad de sistemas que permitan
integrar al modelo de negocio en operaciones más flexibles y confiables.
En
la actualidad las empresas se han abocado a la difícil tarea de emplear a sus
talentos humanos en descifrar cuál de los tantos productos que en seguridad electrónica
ofrece el mercado, mejor se adapta a su pretensión asociada a la inversión y
necesidades reales de control de asistencia así como control de acceso.
Primeramente
se deberá aclarar que uno difiere del otro, puesto que control de asistencia va directamente ajustado a la necesidad que
tienen las organizaciones de llevar un estricto control de llegada como salida
de los colaboradores que pertenecen a la organización, pero en el caso de control de acceso ya refiere más a un
tema de seguridad electrónica y está atado a la necesidad real de restringir el
acceso a las áreas que la organización considere que solo determinados
colaboradores podrían transitar por ella, siendo así cada dispositivo que se
utilice, deberá tener en su base de datos los códigos encriptados que permiten
la entrada y salida a de los usuarios permitidos.
Una
vez identificado lo que se requiere ya sea control
de asistencia o control de acceso,
incluso ambos a la vez, se recomienda consultar con varias empresas las
propuestas que según las necesidades y alcance de la organización estén dispuestas
a realizar. En estas reuniones siempre es importante medir: la experiencia de la empresa contratante,
rango de servicio post venta, garantía de los equipos, marca que los respalda y
la certificación del personal que hace la instalación y programación que brinde
la seguridad al contratante de un trabajo profesional.
Es muy común que la empresa contratante muchas
veces por recortar presupuesto, incida en el error de contratar técnicos
independientes, que no trabajan el proceso de instalación como proyectos
integrales que a la final brindan la solución que el contratante se encuentra
buscando; sino por el contrario buscan culminar el proceso de parametrización
de los equipos muchas veces sin los conocimientos necesarios para culminar una
buena programación y puesta en marcha.
Justamente
aquí, comienza un vis crucis del contratante que dificulta que una empresa asuma en esta fase el proyecto, puesto que significaría asumir los errores de una
contratista que con exactitud no se sabría en qué nivel se podría ubicar el
proyecto.
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